Jesús es un gran aficionado a las motos, así que cuando Lorena me sugirió incorporarla a nuestra sesión de
preboda me pareción una idea estupenda
. Buscamos un terreno agreste cerca de
Soria para comenzar la sesión fotográfica. El cerro de Santa Ana fue el lugar elegido, me encanta la vista que ofrece del paisaje soriano. La tarde era calurosa, así que nada mejor que terminar cerca del agua...ese atardecer nos regaló unos sutiles colores azules y anaranjados.